Cartagena es una ciudad que, pese a su privilegiada situación geográfica y a su dinámica económica, cambiante entre lo turístico, lo comercial y lo productivo, presenta unos indicadores de pobreza absoluta y de inequidad aterradores, lo cual afecta y contrasta con la visión que de ella se tiene en el exterior. Una cosa es la Cartagena de los catálogos promocionales del turismo internacional y otra es la Cartagena excluyente y al borde del colapso que se experimenta día a día los que en ella habitan.
Es una ciudad donde no hay claridad en su vocación para definir su apuesta productiva, existiendo además un divorcio manifiesto entre su clase dirigente y las fuerzas vivas de la ciudad, lo cual genera inconsistencias en los diferentes planes de desarrollo últimamente presentados, porque no apuntan a dar soluciones estructurales a los problemas de la misma y terminan convertidos en soluciones de coyuntura que con el tiempo complican la situación de la ciudad.
Cartagena no puede seguir en la tónica actual, porque el problema de la pobreza extrema se ha convertido en un fenómeno en crecimiento constante que tiene a la ciudad en un punto de no retorno, los indicadores sociales se deterioran afectando la calidad de vida de sus habitantes y por ende afectando la percepción que tiene el inversionista extranjero sobre si este, es el mejor destino para invertir.
Finalmente se hace necesario una concertación de todas las fuerzas vivas de la ciudad, donde lo político se articule con la academia, con la industria, el comercio y el turismo, para estructurar planes de desarrollo que respondan a las reales necesidades de la ciudad, ejecutando planes, programas y estrategias estructurales que permitan mejorar la calidad de vida de todos los que en ella vivimos.
De acuerdo con todo lo anterior, el presente artículo se orienta caracterizar la inversión extranjera realizada en el sector turismo de la ciudad de Cartagena, y revelar su incidencia en el desarrollo económico, social, político y cultural de la ciudad, presentando además, la gestión gerencial y administrativa que llevan a cabo los líderes empresariales de la ciudad, y las estrategias políticas y gubernamentales que se aplican para atraer el interés de los inversionistas extranjeros.