La exportación de capital ha sido una característica clave del sistema económico global durante el último siglo, especialmente en los países en desarrollo. Estos países desempeñan un papel importante en la atracción de inversión extranjera debido a su mano de obra barata y recursos naturales significativos. Las empresas de países desarrollados necesitan estos recursos para sus procesos productivos, lo que las motiva a invertir en acuerdos que favorezcan tanto a los inversores como a los países receptores, generando fuertes flujos de inversión.
La inversión extranjera directa (IED) se considera beneficiosa para los países receptores, pues promueve la creación de empleo, apertura de mercados y el desarrollo de nuevas ideas, tecnologías y prácticas laborales, lo cual favorece el crecimiento económico. Nicaragua ha trabajado para atraer IED desde principios de los 90, estableciendo en 2002 la agencia Pro Nicaragua, que junto con el gobierno, desarrolló estrategias para atraer inversiones en sectores como manufactura y turismo.
Entre 2010 y 2017, la economía nicaragüense creció a un promedio de 5.2%, impulsada por una creciente IED que alcanzó más de mil millones de dólares en 2017. Las ventajas competitivas de Nicaragua incluyen su ubicación estratégica, acceso preferencial a mercados internacionales, mano de obra calificada, y un entorno de seguridad y calidad de vida favorable. Esta investigación analiza los factores que determinaron la atracción de IED en Nicaragua entre 2008 y 2019, utilizando el enfoque ecléctico de Dunning.