Dado que la tendencia ha sido de crecimiento constante y sostenido, los expertos consideran que la perspectiva del sector es positiva y continuará creciendo a corto y medio plazo. En 2018, las importaciones de vino en Guatemala registraron su máximo en los últimos cinco años, llegado a 12,4 millones de USD y suponiendo un aumento del 5,2% respecto a 2017.