En primer lugar, es necesario delimitar qué productos se consideran vinos en el contexto boliviano. De acuerdo con la normativa nacional, el vino se define como “la bebida resultante de la fermentación alcohólica total o parcial de la uva fresca, estrujada o no, o del mosto de uva.” Esta definición incluye tanto vinos tranquilos como espumosos, y abarca variedades nacionales e importadas. Tras presentar la definición y características del sector, el estudio analiza la oferta y la demanda, así como los precios y la percepción de los vinos importados en comparación con los producidos localmente. Informa sobre los canales de distribución, el acceso al mercado, las perspectivas de crecimiento, y las oportunidades dentro del sector. Además, se recoge información práctica y otros datos de interés para entender las dinámicas de este mercado en Bolivia.