Esto presenta grandes oportunidades para los exportadores españoles. El consumo de aceite de oliva ha ido aumentando, al crecer el consumo de productos mediterráneos y saludables a raíz de la mejora del poder adquisitivo de la clase media guatemalteca. Desde la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación entre la UE y los países de Centroamérica, las importaciones de aceite se han incrementado y España se ha convertido en el principal proveedor de aceite de oliva de Guatemala (en 2019 representó casi el 82 % del valor total de las importaciones). El aceite de oliva español goza de una imagen de calidad y prestigio por lo que el consumidor guatemalteco está dispuesto a pagar un precio mayor por él.