Colombia se compromete con el desarrollo sostenible alineándose con agendas globales y ofertando incentivos que promueven inversiones responsables. La variedad de ecosistemas posiciona al país como el más biodiverso del mundo, por metro cuadrado, y son parte del patrimonio natural y cultural, que es también motor productivo de la economía nacional. El país se destaca por promover la inclusión y diversidad socio-cultural en su entorno empresarial, fomentando prácticas que generan valor compartido.
Además, avanza en su transición energética con un enfoque en energías renovables, aprovechando sus recursos naturales para diversificar la matriz energética, lo que impulsa también proyectos de movilidad eléctrica y eficiencia energética. Finalmente, la industria nacional, consciente de su responsabilidad ambiental y social, ofrece productos y servicios que fortalecen la competitividad en mercados internacionales.