Históricamente, la renta derivada de la extracción de petróleo ha sido la dependencia de Venezuela como nación, que ha padecido en la última década la crisis económica más severa jamás registrada en un país que no atraviesa un conflicto bélico.
Esta situación se ha caracterizado por lo que se ha denominado “Emergencia Humanitaria Compleja”, evidenciada por un colapso del PIB (casi un 80% de disminución desde 2013), una intensa hiperinflación (que superó el 340.000%).
También por una considerable reducción de la renta por habitante (siendo la más baja de América Latina en 2021), un incremento de la pobreza y una emigración masiva que afecta a aproximadamente 8 millones de personas.
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