La rápida propagación de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y las drásticas medidas de respuesta adoptadas por los Gobiernos golpearon fuertemente a la economía mundial, que en 2020 experimentó su mayor contracción desde la década de 1930.
Para contener la propagación del virus, los países de todo el mundo aplicaron medidas restrictivas en los principales puntos de acceso a sus territorios.
Daños en el comercio
Estas restricciones afectaron la logística del comercio internacional e incluyeron medidas sanitarias adicionales e inspecciones más rigurosas tanto de la carga y los equipos de transporte como del personal logístico que los opera.
Esto incrementó los tiempos y el coste de operación del comercio exterior.