Para respaldar sus ambiciosos planes de desarrollo sostenible, las naciones de América Latina y el Caribe (ALC) requieren diversificar sus fuentes de financiamiento. Por esta razón, plantean diversas alternativas de políticas públicas para movilizar los recursos imprescindibles, fundamentadas en acciones colaborativas entre el sector público, el sector privado y sus aliados internacionales.
Se afirma que la recaudación y la inversión de los recursos públicos deben llevarse a cabo de forma más eficiente y óptima. A pesar de estas optimizaciones, los recursos del sector privado continuarán siendo igualmente esenciales, puesto que los ingresos públicos no serán suficientes para costear las significativas transformaciones que requiere la región.
Más acciones
Es fundamental que la profundidad, el acceso, la inclusión y la eficacia de los sistemas financieros continúen progresando, particularmente para el bienestar de los ciudadanos y las pequeñas empresas. Para poder financiar sus proyectos de inversión a largo plazo, las empresas requieren mercados de capital más robustos.
También se necesita la utilización de herramientas financieras novedosas; la modernización del rol de las entidades de financiamiento para el desarrollo; la reactivación de colaboraciones internacionales para movilizar recursos externos; y la implementación de una agenda regional común para enfrentar el complejo panorama de la financiación internacional.
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